Con más de 32 grados y un sol de justicia, medio millar de cargos, militantes y seguidores del PP se dieron cita en la apertura del curso por parte del presidente de los populares, Pablo Casado, si bien él reconoció que había habido “varias aperturas” del año político.

Cuando llegó junto a Adolfo Suárez Illana algunos le gritaron “presidente, presidente”. Él contestó en el acto que se encuentran preparados para llegar al Gobierno cuando haya elecciones generales.

En la zona de césped situada ante el Lienzo Norte hay un par de arbolillos: justo a la sombra de uno de ellos se había situado la tarima para el interviniente de un acto que duró una hora y cuarto, tiempo en el que algunos han buscado la sombra ante un sol de justicia. Atrás, a un lado, un potente chorro de aire fresco salía de un aparato que sólo alcanzaba a seis asistentes, situados en un lugar privilegiado del acto, en el que los abanicos intentaban atajar un poco el calor. Alguno echó mano incluso del ABC.

Que era comienzo de curso político se dejó ver por la asistencia de cargos populares, entre ellos el número dos del partido, el secretario general, el murciano Teodoro García Egea: “no es castellanoleonés, no todo el mundo es perfecto”, dijo de él Casado al presentarle.

Junto al presidente y secretario regional del partido, Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Vázquez, respectivamente, se encontraba el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y dos expresidentes: Juan José Lucas, vicepresidente primero del Senado, y Jesús Posada, diputado por Soria.

La presidenta de las Cortes, Silvia Clemente; la consejera de Familia, Alicia García; de Economía y Hacienda, Pilar de Olmo; y de Cultura, María Josefa García Cirac; fueron otras de las asistentes al acto, que ha contado con Fernando Martínez Maíllo, que fue coordinador general del PP y uno de los primeros damnificados de la llegada de Casado al poder del PP.

Convocar el acto a pleno sol a la hora de más calor no causará problema alguno a los organizadores y encargados de la estrategia popular porque no es de su incumbencia: Fernández Mañueco dijo que había que aguantar, ya que la idea había sido del propio Casado. Es el segundo acto que convoca en Ávila en apenas un mes desde que fue aupado al frente del partido.

Precisamente empezó hablando del calor, en tono jocoso, para quienes habían llegado de fuera: “me alegro que vengáis aquí a Ávila para saber lo que ocultan los que han nacido aquí, que en Ávila hace buen tiempo, lo ocultan porque no quieren que se masifique la muralla”.

A la vez ha tenido palabras de elogio para la muralla, “la mejor del mundo, de Europa”, y tras citar a Adolfo Suárez y el comienzo de la carrera política de José María Aznar, apuntó al último presidente del Gobierno del PP para afirmar que Ávila fue la ciudad “donde tanto bien hizo el presidente Rajoy”.