El PP propondrá en las Cortes “una ley de concordia que reivindique la transición constitucional y que derogue la sectaria reescritura de la historia, que arroja paladas de rencor sobre la sociedad española”.

En un acto de apertura del año político celebrado con la muralla de Ávila de fondo, ha considerado “irresponsable e innecesaria” la Ley de la Memoria Histórica frente a la transición como momento en que “hubo grandeza moral, sentido de la historia, reconciliación y concordia” y cuando se enterró “para siempre el conflicto civil”.

“Ni hubo ocultación ni hubo sometimiento ni hubo miedo”, ha asegurado, para lamentar que se hable “otra vez de la Guerra Civil” porque es “una ridícula coartada de la izquierda radical para justificar su sectarismo y disimular su incompetencia”, que quiere “seguir alimentando el enfrentamiento civil”.

Casado ha señalado que la concordia es lo que “a algunos, muy pocos les faltó entonces y algunos más les sigue faltando ahora”. “No vamos a consentir que se muerda el anzuelo de debatir sobre qué pasado hay que desenterrar”, ha añadido.

De la Comisión de la Verdad propuesta por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho que es una “mascarada orweliana de otros regímenes, otras épocas y otras latitudes”, y la ha incluido en la “agenda excéntrica” similar a la Rodríguez Zapatero en 2004, cuando “gratuitamente” creaba “confrontación entre españoles”.

Fundación
La fundación que creará el PP “debe albergar debates con los mejores expertos de nuestro país y del continente europeo, que genere las mejores ideas, que son las que siempre mueven el mundo” con “una agenda ambiciosa, reformista, transformadora pero sensata, y responsable”, porque “hay que seguir dando luz y agua mientras transformemos España”.

“No nos va a faltar tarea” porque “España, como siempre, necesita al mejor Partido Popular, con  toda la energía, con todo nuestro entusiasmo, con toda nuestra experiencia”, ha manifestado. Y ha citado al expresidente del Gobierno, el abulense Adolfo Suárez, al desear: “que la ilusión y la esperanza han de ser el motor de nuestro esfuerzo colectivo para alcanzar un futuro mejor”.

El acto ha terminado con la intervención del hijo mayor de Suárez, que se ha propuesto con la fundación ayudar “a formar nuestro criterio” y “contrastar ideas y proyectos de los mejores”, sin pretender “que somos nuevos en un pasado tan glorioso como el de España” y “no caer en el desanimo por las oportunidades perdidas”.

Suárez Illana ha comparado la transición con la época de Isabel la Católica, que logró en medio siglo hacer de España “la primera potencia mundial”. Y ha dicho que cuando en 1975 todo el mundo “auguraba una  nueva guerra civil”, sin embargo “dos años y medio después España asombraba con un transición política”.

“Fuimos capaces de marcarnos objetivos comunes transformación política de una sociedad extraordinariamente exigente”, ha asegurado, para afirmar que en la actualidad España sigue como “esa sociedad extraordinaria” aunque hay “unos cuantos que nos quieren hacer tender hacia la desidia y hacia la inoperancia”.

Pretenden “una exigencia personal sin tener en cuenta al resto de la nación”, “sin esfuerzo y con ayuda de papá-estado”, ante lo que su propuesta es: “jugárnoslo todo para llegar a un objetivo común”, como “la ilusión que despierta Pablo de un futuro mejor”, a pesar que “algunos la intentan tumbar”.