Este es uno de los expedientes, el otro, el denominado 'Villatoro 1143', que comenzó con la solicitud de 78 cuadrículas mineras, se ha quedado en 46, según ha señalado la Plataforma No a la Mina en el Valle del Corneja.

En ambos casos, los expedientes han sido impulsados por la empresa Transportes, Excavaciones y Hormigones Sonsoles SL.

En el segundo de los casos, los municipios afectados son Tórtoles, Becedillas, Bonilla de la Sierra y Casas del Puerto de Villatoro, mientras que en el primero son los mismos pueblos más Zapardiel de la Cañada, pero sin Casas del Puerto.

El expediente 'Sonsoles 1138' cuenta con 54 cuadrículas mineras en estos municipios y permanece “suspendido” hasta que sean resueltos los 4.500 recursos de alzada que se presentaron en el mes de marzo de 2017.

Charlas

Esta información ha sido facilitada por los responsables de la plataforma a los asistentes a las charlas informativas impartidas durante los fines de semana de agosto en Bonilla de la Sierra, Tórtoles, Becedillas y Zapardiel.

En ese foro, ha intervenido Jorge de Dios, investigador que está llevando a cabo una tesis sobre conflictos medioambientales en la zona central de España, “la razón por la que las multinacionales podrían llevar a cabo una mina a cielo abierto de feldespato en el Valle del Corneja. Mina”. Algo que en su opinión “no tendría ningún sentido, ya que el feldespato actualmente no tiene un gran valor”.

De Dios explicó que, “si bien en España hay 77 conflictos socioambientales, tan solo cinco están relacionados con la minería, a pesar de que en nuestro país hay más de 2.000 expedientes mineros solicitados”.

Por ello, consideró “importante dar visibilidad a la problemática del Valle del Corneja" a través del 'Atlas de Justicia Ambiental', una herramienta que "muestra los conflictos socioambientales activos en el mundo, más de 3.000 en la actualidad".

En este sentido, la Plataforma No a la Mina en el Valle del Corneja está llevando a cabo este trabajo, junto a las plataformas No a la Mina en la Sierra de Yemas y No a la Mina en la Sierra de Ávila, ya que comparten “la misma problemática”, si bien esta última “ha ganado la batalla”, después de una declaración de impacto ambiental negativa.

El investigador puso el acento en el foco que las multinacionales mineras ponen en el mundo rural, ya que el 60% de los 77 conflictos españoles tienen lugar en el mismo.

Los cuatro expedientes de la provincia de Ávila se encuentran en un radio de acción de 40 kilómetros, abarcando 6.000 hectáreas. Esta zona se conoce como "el triángulo del feldespato".

Según Jorge de Dios, este interés viene dado por “la escasez de población en un valle con 4.500 habitantes, junto a una tasa de envejecimiento mayor que la nacional y a contar con tan solo un 7% de espacio protegido”. "Todo ello hace que este territorio tenga un alto riesgo de privatización de sus recursos naturales", explicó el investigador.

Por su parte, la antropóloga y profesora de la UNED Beatriz Pérez,explicó que la despoblación es “una de las mejores armas para atraer a este tipo de compañías”. "Vaciar el territorio porque si no vive nadie, no se puede perjudicar a nadie", argumentó, para después añadir: "vaciar y a partir de ahí hacer perforaciones". Igualmente, apuntó cómo las multinacionales mineras “juegan con la desinformación”.

Escasa importancia del feldespato

Asimismo, Jorge de Dios reconoció que "lo que está en juego no es el feldespato, sino los recursos naturales del valle". Entre las razones, el investigador aludió a “la escasa importancia económica de este mineral”. De hecho, apuntó que “resulta más barato importarlo de Turquía e Italia”.

En este contexto, Pérez añadió que "el feldespato ni siquiera tiene valor en bolsa”, sin embargo, argumentó que lo que hacen las multinacionales en este sentido consiste en “manejar otros minerales, con el fin de aumentar su cartera".

"No vienen a por el feldespato, vienen a por los recursos naturales", puntualizó, "especulando con los recursos del suelo".

Apenas empleo

Ambos explicaron en sus charlas que los proyectos del Valle del Corneja “no crearán apenas empleo”. Para ello, se refirieron a los 110 puestos de trabajo que han dado las explotaciones de feldespato que hay actualmente en España.

No obstante, ponen el acento en el empleo que se destruirá en sectores como el turismo rural o el sector servicios, ya que “los turistas no irían a un lugar repleto de agujeros”. A esos trabajos, se sumaría los que se perderían en la ganadería, sin olvidar “los impactos en la salud, al contaminar el agua, el suelo, el medio ambiente…”.

Los dos investigadores defendieron la necesidad de “regular la actividad minera dentro de Castilla y León, al igual que ha hecho Baleares, que ha dado prioridad al turismo dentro de su territorio”.