En el encuentro trabajan sobre las líneas de acción a seguir para “vivir y proponer la fe en Jesucristo desde el amor a nuestro mundo en cambio y la minoridad evangélica”.

Participan casi un centenar de sacerdotes de 40 diócesis, junto a miembros del instituto femenino del Prado y algunos laicos asociados. Desde Francia ha llegado el responsable general del Prado, Michael Delannoy, y de la Conferencia Episcopal Española el secretario técnico de la Comisión del Clero, Juan Carlos Mateos.

Cómo vivir la fe, comprometidos con los más pobres, al estilo de las enseñanzas del padre Antoine Chevrier, fundador del Prado, y cómo anunciarlo en un mundo tan cambiante, son los retos que se han marcado los sacerdotes.

“Y todo, desde el amor a los más pobres y desde la humildad evangélica -o la minoridad-“, como dicen en el documento de trabajo-, “comprometidos con los que menos cuentan”.

“Nos parece que la urgencia del momento es la vivencia de la fe y el anuncio de Jesucristo a los pobres; y todo ello desde el amor y la empatía con nuestro mundo en cambio y desde la minoridad evangélica”, ha dicho el hasta ahora responsable regional, Lucio Arnáiz.

La Asociación de Sacerdotes del Prado fue fundada por el beato Antoine Chevrier, sacerdote secular de Lyon (Francia), para “dar respuesta a las necesidades de tantos pobres en una sociedad que estaba cambiando por la revolución industrial del siglo XIX”. La entidad tiene presencia en unos 50 países del mundo, con sacerdotes, religiosas, un instituto de laicas consagradas, diáconos permanentes y laicos asociados.

Recientemente, el papa Francisco alentó el carisma del Prado cuando lo recibió en audiencia en abril: “no puedo por menos -les dijo- que aprobar y alentar la acción pastoral que lleváis a cabo según el carisma propio de vuestros institutos, un carisma que me toca personalmente y que está en el centro de la renovación misionera a la que está llamada toda la Iglesia”.