El fuego, en el que no ha habido que lamentar daños personales, ha calcinado la cocina de una vivienda de la calle Valle Amblés número 5.

Desde el colectivo de bomberos han vuelto a denunciar una situación derivada de los cambios en el calendario laboral que entró en vigor a comienzos de año, por eso aseguran que “hasta el 31 de diciembre todo habría funcionado con normalidad”.

Critican que, de cara al verano, las autoridades “siguen jugando a un juego de azar muy peligroso”, que “no beneficia a nadie” y “lastra la capacidad de actuación” de los bomberos.

Según ha relatado el colectivo de los bomberos, el aviso de un accidente grave el viernes ha movido a que desplazasen una dotación de tres bomberos, un mando y un conductor, hasta la N-6, donde había una persona fallecida y tres heridos.

“Se excarcela, no sin esfuerzo por el estado de los vehículos, al conductor de uno de ellos en estado grave y se colabora con el equipo del helicóptero en la atención sanitaria al paciente”, han explicado. Una vez evacuados los heridos, y tras recibir autorización por parte de Guardia Civil, se ha procedido a excarcelar al fallecido.

Nuevo aviso

En ese momento han recibido el aviso de un incendio en la capital “con gran cantidad de humo en el portal y en el piso”. El jefe de guardia ha decidido dar salida a los dos bomberos que quedaban en el parque en un camión con una bomba urbana pesada, mientras que desde el lugar del accidente han salido dos bomberos y un mando hacia el incendio.

“Nadie que no haya vivido una situación similar es capaz de hacerse una idea del estrés físico, térmico y mental que se sufre en un accidente de estas características”, han resumido la situación. “Imagínense el estado de los bomberos al tener que dejar un accidente sin terminar”, donde se quedaron dos bomberos, “para intervenir en un incendio interior donde se han alcanzado temperaturas de más de 150 grados”.

El fuego de la vivienda ha sido atendido por dos bomberos, “que ante la gravedad y el riesgo”, siguiendo su forma de actuar han decidido “intentar apagarlo desde fuera”, ya que “como un mínimo de seguridad se entiende que por cada dos personas que entran a un incendio interior debe haber otros dos fuera para ayudar en caso necesario”.
28 minutos después ya tenían “una dotación con un sólo vehículo de intervención, sin vehículo de altura, que terminaron de extinguir, refrescar, reconocer la estructura y ventilar”.

Los bomberos llaman la atención de que esta situación ya se produjo el pasado domingo cuando se solaparon dos avisos y tuvieron que “hacer encaje de bolillos” para atender la retirada de un enjambre en Pedro Rodríguez y un derrumbe en la capital.