Según la Comisaría de Policía, la mayoría de los detenidos forman parte de una misma familia y algunos de ellos conocidos por haber estado involucrados en hechos similares.

El delito se produjo en este céntrico local a finales del pasado mes de abril, cuando los ahora detenidos accedieron al establecimiento cuando el mismo se encontraba próximo a la hora de cierre.

Una vez en el interior, "profirieron amenazas contra el propietario, llegando algunos a tratar de agredirle cuando este les recriminó que trataban de llevarse diversos productos sin pagar", lo que hizo que se produjera "un forcejeo que finalizó cuando el comerciante logró expulsarles del local".

Tras encerrarse en su interior, bajando la persiana del mismo, los asaltantes rompieron el vidrio del escaparate con piedras que produjeron "cuantiosos daños materiales", logrando abandonar el lugar de los hechos.

Ante esta situación, el propietario denunció lo sucedido a la Policía Nacional, cuyos miembros lograron relacionar este hecho con otras actuaciones policiales en las que "los protagonistas habían sido miembros del mismo grupo de jóvenes".

Su identificación se produjo gracias a los datos disponibles sobre los ahora detenidos, entre los que figuraban su descripción física y las características del propio grupo.

Las pesquisas se prolongaron durante un mes y medio, hasta que se consiguió la plena identificación de todos los asaltantes que, una vez localizados, fueron detenidos y puestos a disposición judicial.

Consejos a los comerciantes

La Comisaría de Policía destaca el hecho de que el Plan de Comercio Seguro de la Policía Nacional destaque la "conveniencia" de instalar sistemas de vídeo vigilancia en los establecimientos,  tanto con cámaras visibles -disuasorias- o camufladas, dotadas con grabación de imágenes.

Dichas imágenes se deben conservar durante "un período razonable de tiempo", teniendo en cuenta que las cámaras "deben enfocar principalmente al acceso del establecimiento y al lugar donde se encuentra la caja registradora".