Jornadas de convivencia, encuentros, conferencias, debates y un acto institucional son  algunas de las actividades programadas, que llevarán un logotipo elegido en un concurso en el que han participado más de 400 niños.

El jurado, con miembros de la Escuela de Arte de Ávila, han elegido el diseñado por Paula Alonso, de 13 años, por su referencia la igualdad, “donde la persona está en el centro y está en el corazón como uno de los lemas de Cáritas, integrando, además, el logo de la institución con el 30 aniversario del programa”, ha explicado Quintín García Jiménez, responsable del programa de Infancia, Juventud y Familia.

Para el lunes 21 está prevista la inauguración de la exposición fotográfica ’30 años compartiendo’ en el local juvenil de Cáritas (calle Soria 22-34); el domingo 27 viajarán al Zoo de Madrid en una jornada de convivencia familiar; y el lunes 28 se guardará una “cápsula del tiempo”, en la que guardarán objetos y noticias de este momento y que se abrirá dentro de unos como recuerdo del aniversario.

Un encuentro de la Coordinadora Regional de Infancia y Adolescencia de Cáritas tendrá lugar el martes 29 y un acto institucional el 1 de junio bajo el título ‘Cáritas Infancia, Juventud y Familia, 30 años compartiendo’ en el Auditorio de la Fundación Ávila (19 horas), que servirá para rendir homenaje y reconocimiento a voluntarios y trabajadores de Cáritas que han pasado por este programa, así como a entidades e instituciones.

Recreativos

El delegado diocesano de Cáritas, Fernando Carrasco, ha rememorado el momento en que se puso en marcha esta iniciativa en 1988. “Entonces apenas había alternativas donde pasar su tiempo de ocio, salvo los salones recreativos, donde los jóvenes y adolescentes pasaban gran parte de las horas libres, y comienzan a iniciarse de forma incipiente en el mundo de las drogas” y se vio en la zona sur “un potencial de trabajo”.

En aquel momento “un grupo de jóvenes que habían acabado sus carreras, Emilia Herrero y Jesús Piedelobo inicialmente, a los que posteriormente se añadieron José Luis García, María Santos, Jesús Gil… que se fueron uniendo a Cáritas a través de su deseo de conocer la realidad del mundo adolescente en Ávila”.

Aquellos voluntarios, “detectaron que había chavales que jugaban algo más con el mundo de las drogas”, y decidieron poner en marcha un trabajo de calle que tuvo como referencia un local juvenil en un pequeño local de la calle Soria que había sido pescadería y que “se convirtió en un local de referencia en el barrio”, al que luego sucedería otro más grande.

Carrasco ha querido agradecer a quienes han trabajado en este programa a lo largo de estas tres décadas, técnicos y voluntarios, y de manera especial a “esos jóvenes, maestros y educadores, que con ese programa empezaron a entrar en contacto con Cáritas y son ahora profesionales de la casa, y que son los puntales que se ha hecho desde hace 30 años”.

Ha destacado cómo un buen número de actuales trabajadores y técnicos de Cáritas han formado parte del programa como voluntarios, como usuarios o como ambas cosas, entre ellos, el actual coordinador de este programa.

Otras realidades

Carrasco ha señalado como ese trabajo de calle que se empezó en la zona sur de la ciudad permitió “darse cuenta de otras realidades a las que la institución estaba prestando atención de forma diferente y fue el detonante” para que Cáritas pasara de ser una institución “donde se ayudaba de forma global a familias y a personas con dificultades económicas, con dificultades sociales, en soledad, a organizarse en programas específicos que permiten atender las necesidades de forma más directa y efectiva”.

El inicio de este proyecto dio pie a la creación de los tres primeros programas de Cáritas de Ávila y que permitió el concierto con instituciones y administraciones, como fueron el programa de lucha contra la marginación infanto-juvenil, el de animación comunitaria rural y el programa de lucha contra la drogadicción.

A partir de ahí fueron naciendo distintos programas que forman parte actualmente de “arquitectura” de Cáritas de Ávila como es el Programa de Atención y Prevención de Drogodependencias o el Programa de Empleo, que son pilares del trabajo de integración que se está realizando.

El nombre de familia se añadió en el programa “pues es muy difícil trabajar en valores con los chavales sin contar con la familia”.

Actualmente el programa de Infancia, Juventud y Familia  está atendido por dos técnicos y 25 voluntarios, que trabajan de forma permanente con 80 niños, de los que la mitad asisten a diario para recibir apoyo escolar, y el resto acuden al Local Juvenil como lugar de espacio y encuentro. De manera puntual se trabaja con más de 600 jóvenes a través de juegos educativos en colegios o actividades de concienciación sobre voluntariado joven en diversos institutos de Ávila.