Bajo el título ‘Conócete a ti mismo. Experiencias sobre el silencio’, se trasladó a los alumnos la idea de que “el silencio es donde la persona se encuentra consigo misma y, aunque pueda parecer sorprendente, con la realidad trascendente que permea todo”, han señalado los  conferenciantes, quien han advertido de “lo difícil que es el silencio”: “debido a las nuevas tecnologías, el ritmo frenético que llevamos, las innumerables opciones de ocio, las amistades, los problemas de la vida, por lo que son pocas son las personas que han tenido una auténtica experiencia de silencio”.

Sanz y Velasco han explicado “cómo lograr llegar a ese estado de silencio: ausencia de ruidos, de palabras, de distracciones, de recuerdos, de planes futuros y de las tensiones del día a día”, y han expresado que “hay que ser capaz de desconectar de lo cotidiano”, porque “solamente en este ambiente de recogimiento y de soledad es posible mirar hacia el interior de uno mismo”.

Ambos se mostraron convencidos de que “el silencio funciona porque permite al que lo busca enfrentarse a la verdad de su vida con honestidad y perspectiva”, y han asegurado que “los frutos del silencio son extraordinarios”, porque “quien lo experimenta logra poner en orden su propia vida, descubre la profundidad que cada uno tiene dentro y, si media la gracia, se llega a descubrir y experimentar la presencia de lo absoluto en nuestro interior”.

“En realidad, esta experiencia de silencio está presente en el Evangelio y en la vida de los santos”, han añadido, concluyendo que “los ejercicios espirituales de inspiración ignaciana son un marco excelente para disfrutar de esta experiencia única”.