Objetivos marcados para esta etapa quedan enquistados y no se sabe si saldrán adelante, como la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), por no decir otros del día a día, mientras que el estado físico de la ciudad empeora… cuando no son problemas sobrevenidos los que avanzan a trancas y barrancas, como el caso de levantar una nueva piscina ante la ruina de la antigua.

Sólo seis meses después del comienzo del mandato, a comienzos de 2016, el equipo de Gobierno vio que no daba más de sí y pidió refuerzos: que el teniente de alcalde Rubén Serrano tuviera dedicación exclusiva al Ayuntamiento. Quienes han sostenido el mandato, los concejales de Ciudadanos, apoyaron la idea, como así habían hecho tras las elecciones. Y además con entusiasmo, ya que el portavoz del partido naranja, Marco Antonio Serrano, afirmó que así “el Ayuntamiento cogerá velocidad de crucero”.

Pues bien, a tenor de los resultados y la definición de velocidad, hemos visto que no estuvo muy acertado, si nos atenemos a sus críticas, que aumentan a pesar de haber apoyado los presupuestos de 2017 en febrero.

Cuando observamos a buena parte de la corporación a velocidad de crucero ha sido tras la suspensión de la procesión del Viernes Santo, con su alcalde a la cabeza, José Luis Rivas. Ya había dejado de caer aguanieve, y se dispusieron a emprender el camino desde la plaza del Teniente Arévalo al Ayuntamiento, con la Banda de Música de Ávila delante de ellos. No sabemos si por el animado ritmo de la música o por la amenaza del temporal, entonces sí que superaron la velocidad de crucero.

Velocidad de crucero o velocidad media se define como aquella velocidad constante y uniforme que puede llevar una aeronave en condiciones normales de presión y temperatura (por sus siglas CNPT), sin sufrir perturbación o variación de velocidad, altura, tracción y resistencia en el vuelo. Es aquella velocidad estable en la cual se mantiene el avión en la mayoría de su trayecto, actuando como un piloto automático, requiriendo poco esfuerzo por parte de la tripulación.