Aunque comenzó la sesión del pleno junto a sus compañeros de Ciudadanos, al llegar al punto tres del orden del día y leerse su renuncia, ha abandonado su asiento y ocupado uno de los destinados al público.

Antes, ha dirigido unas palabras en resumen de su trayectoria desde 2015, cuando comenzó su andadura como concejal. Su nuevo objetivo es, citando a Gandhi, “ser feliz”, aunque se ha mostrado orgulloso de que las ideas “se convirtieran en palabras y éstas en hechos”. Ha agradecido a los técnicos su labor, a la ciudadanía, tanto los comentarios positivos como “las reprimendas” y a sus compañeros de la Corporación municipal, que se hayan convertido en “amigos” aun perteneciendo a otras “bancadas”.

Álvarez ha confesado que la ocasión es “triste” porque han sido “dos años y medio de trabajo” en los que deja “proyectos lanzados pero por rematar”. Considera que se debe a que “la Administración pública va más lenta que la privada”, de la que proviene.

En lo que respecta a los últimos acontecimientos ocurridos en el Ayuntamiento, ha opinado que las cosas no se hicieron bien, que “el PP no se ha comprometido con la responsabilidad adecuada” y la oposición debe estar ahí para “pararles los pies”. Antes de llegar a la devolución de presupuestos, él habría apostado por resolver “la situación” negociando en lugar de poner “pies en pared”.

En posteriores declaraciones a los medios, ha bromeado: “never say never” (nunca digas nunca), pero “en principio” su decisión de abandonar la política sí es definitiva.

A su vez, Marco Antonio Serrano, portavoz de Ciudadanos en el Consistorio, ha agradecido la labor de Álvarez, que le restó horas “a su trabajo y a su familia”. Ha asegurado que el proyecto de Ciudadanos sigue adelante y que contará con “cinco concejales”. Al concejal dimisionario argumentando motivos personales le sustituirá quien fue número seis en la lista de Ciudadanios en las elecciones municipales, Alfonso González.

Finalmente, el alcalde, José Luis Rivas, ha pasado del ‘usted’ al ‘tú’ para afirmar que ha sido “un placer” trabajar con él y desearle que sea “feliz, porque si nosotros lo somos, la ciudad será más feliz”.