Organizado por la asociación cultural Acasa, a primera hora de la mañana se recibió el cerdo, ya muerto y analizado según la normativa, para practicar las tareas que marca la tradición, empezando por el socarrado del animal mientras que las peñas ofrecieron mantecados y aguardiente, y a media mañana caldo, panceta y cruceta a la plancha.

Tras despedazar el cerdo se subastó la carne en una animada puja que acabó con todas las piezas mientras que hacían chorizos.

También se ha entregado la distinción de matancero de honor, que ha correspondido a  Francisco Nieto, regente del Bar La Fuente, que echó el cierre en noviembre. De esta forma se le ha querido homenajear a la familia que ha estado al frente del establecimiento durante 32 años.

Para terminar se degustaron 150 raciones de patatas revolconas con torreznos por parte de vecinos, gentes de pueblos vecinos y visitantes que han acudido el puente a la localidad.