Así lo ha solicitado el ministerio fiscal para J.F.G., de 33 años, que fue detenido el 6 de octubre de 2016 acusado de acabar con la vida de M.B.M., de 33, ante la hija pequeña, de dos años, ya que la otra, de tres, no estaba presente.

El delito de violencia de género puede conlleva penas de hasta tres años de cárcel, mientras que el de asesinato implica condenas de entre 15 y 25 años.

La petición del fiscal, Óscar Barrios, se ha conocido en el “acto de imputación” celebrado en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Arévalo, que ha durado una hora y al que ha sido trasladado el acusado, que desde el día del hecho permanece en la cárcel. Durante el acto, familiares y amigos de la víctima han permanecido concentrados ante la sede de los juzgados de Arévalo, custodiados por la Guardia Civil.

El escrito de acusación no ha sido redactado aún, y en el se podría añadir que en el hecho existió la agravante de alevosía por parte del acusado.

A falta de que concluyan las investigaciones iniciados tras el hecho, las partes deben formularse en los próximos tres meses de cara a fijar la fecha del juicio que, con jurado popular, se celebrará en la Audiencia Provincial de Ávila.

El hecho a juzgar ocurrió sobre las 23 horas del 6 de octubre de 2016 en la calle Cedro número 6, 1º A, en Arévalo, y puso fin a una discusión que tuvo lugar dos horas, según los vecinos de la zona.

La mujer murió degollada en el domicilio después de que hubiera salido al balcón a pedir ayuda. Sus llamadas de auxilio no pudieron ser atendidas por vecinos, Policía Local ni Guardia Civil hasta que al acusado abrió la puerta.

Durante la declaración no se mostró arrepentido, según se conoció entonces. Su versión es que la mujer cogió un cuchillo durante la discusión y se hizo unos cortes. Él la puso la zancadilla y ella cayó al suelo, provocándose un corte en la cara. Incluso él habría afirmado que fue ella quien le pidió que le matase.

No había denuncias de la víctima aunque sí se conoció que habían provocado un altercado.