El muftí o autoridad religiosa de Byblos (Líbano), Cheikn Ghasan Lakkis, que ha participado en el encuentro celebrado en la Universidad de la Mística bajo el lema ‘Construir la paz. Un reto para el cristianismo y el islam’, ha lamentado las “ideas erróneas” de las religiones y ha puesto como ejemplo su ciudad, en la que cuando existe algún problema entre ambas creencias se reúne con el obispo cristiano, según ha expresado en la clausura del encuentro, en la que ha dicho que “hay que fomentar la paz que un día se experimentó” y a que a pesar de lo que pueda parecer, allí “sufren todos, no sólo los cristianos”.

Por su parte, el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, ha citado al papa Francisco: “no tenemos la verdad, la verdad nos tiene a nosotros”.

Y ha llamado al diálogo con “la esperanza de un futuro mejor”: “`pido al Dios único que nos haga sentir su presencia para vivir como hermanos”.

Las conclusiones del encuentro han sido resumidas por Mohamad Nokari, que ha explicado que los participantes demandan atender a “los verdaderos principios y los fundamentos sólidos de ambas religiones”, cuya “verdad” se refleja en sus libros sagrados, el Corán y la Biblia.

También ha invitado a la independencia en sus respectivos países para “poder vivir en libertad” y ha pedido “alejarse de de grupos minoritarios nacionalistas y religiosos”.

Mediterráneo

La necesidad de seguir “en el diálogo y la colaboración de las instituciones civiles y religiosas, de los colegios, universidades y asociaciones culturales”, sobre todo entre la zona del Mediterráneo, “para que sea una zona de paz, amor y comunicación entre los países”.

También los participantes han llamado a “redescubrir el patrimonio común árabe, islamo-español y cristiano” y atender a “figuras culturales y religiosas” para lograr un “espíritu de colaboración”.

Este encuentro, ha dicho Nokari, debe ser “una puerta para otros acontecimientos de intercambio entre el Líbano y el Oriente árabe” como forma de “fomentar el conocimiento mutuo”.

También se ha propuesto a la ciudad de Byblos como “lugar de encuentro internacional del diálogo interreligioso” para reconocer “el papel histórico de diversidad cultural y religioso” y el “ejemplo de convivencia de sus habitantes de distintas confesiones a través de los siglos”.

En la última mesa redonda del encuentro, ‘Los retos de las religiones en un mundo globalizado e intercultural’, se ha planteado la necesidad de convivencia y conocimiento mutuo por parte del doctor en literatura árabe, Dia Khdayir, y el provincial de los carmelitas descalzos de Líbano, Raymon Abdo, que ha intervenido en vez del cardenal y arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo, que no ha acudido por enfermedad.

El árabe ha hablado de la "normalidad" que supone que convivan "muchas culturas y religiones", pero ha dicho que “no es normal es que haya problemas y guerras" entrellas.

Ante las ideas "en contra" del Islam, plantea "volver esas opiniones en contra del Islam", dado que el objetivo de la religión islámica “no es contra el Cristianismo, sino la convivencia en paz y amor". A la vez, ha señalado la importante presencia musulmana en la Península Ibérica, como “una muestra de lo que los árabes podían aportar a un mundo tan occidental y de convivencia con las religiones".

Entenderse

El provincial de los carmelitas en el Líbano ha subrayado que en un mundo globalizado haya “mucha diversidad" de culturas y religiones, donde el reto "más importante" debe ser poder "entenderse, conocerse y respetarse para poder servir y ayudar".

"Este es el reto más importante -ha dicho- para poder construir una sociedad más justa y humana, porque las religiones no tienen por qué ser el muro que separa a las personas o las sociedades".

Abdo cree que el diálogo debe ser "progresivo", dado que existen "muchas dificultades", sobre todo cristianos y musulmanes, que han vivido "guerras muy dolorosas".

Ha reconocido que la Iglesia cristiana "se ha purificado un poco de esta tendencia" en los dos últimos siglos; mientras que el Islam “tiene aún que aprender un poquito cómo purificar este lenguaje guerrero y explicar mejor el lenguaje del entendimiento".

“La vida juntos es posible”, ha asegurado el carmelita, que ha sido hasta hace poco director de un colegio en el Líbano con el 70 por ciento de niños musulmanes.