El mago extremeño puso emoción en la fresca noche de Ávila Mágica en la vía de servicio del Lienzo Norte. En su segundo año en Ávila, se le colocó un instrumento medieval de escarnio para el cuello, esposas para pulgares y una gran cadena. Y todo ello atado a la gran cadena sujeta a la cuerda unida a vehículo de 300 centímetros cúbicos.

Víctor Cerro salió airoso de la prueba tras unos segundos de inquietud entre el público y de que el mago invocase la incertidumbre.

Según dijo antes, para este número de escapismo “no puedes dudar”. “Hay que tener la mente muy despejada porque cualquier movimiento y demora puede provocar un accidente”, advirtió.

Antes de este número, ‘Víctor Cerro versus centímetros cúbicos’, pidió hasta seis voluntarios para que, hipnotizados, empujasen contra él y le intentasen clavar sin éxito una flecha”.

El especialista en magia extrema volverá a actuar el sábado en el Mercado Grande (23 horas) con otro número de escapismo, en el que, atado, logra salir de debajo del agua.