Los bomberos de Ávila regresaron al lugar del siniestro horas después, el domingo por la tarde, para efectuar distintos apuntalamientos y que la estructura no perjudicase a los edificios colindantes.

Por eso instalaron diversas sujeciones en la planta baja, que antes era un bar, dado que al hundirse la cubierta y quemarse la estructura de madera la estructura quedó muy debilitada.

El edificio que se quemó estaba construido con estructura de hormigón con madera. El incendio afectó a la pastelería situada en el edificio vecino, que resultó perjudicada tanto por el agua vertida para apagar las llamas como por el humo del fuego.