Estas obras demuestran “la nula planificación por parte del PP a la hora de realizar estas actuaciones”, ya que la piscina de verano solo se utiliza durante dos meses al año “y éste es el peor momento para vallar y meter una hormigonera en la misma puerta cuando tienen otros diez meses para realizar la obra”, según Rodrigo Romo, portavoz municipal.

Las obras corresponden a la segunda fase de remodelación del parque y consisten, entre otras actuaciones, en la colocación de unos columpios a la puerta de la piscina.

Para Romo, “los problemas de acceso que las vallas producen a los usuarios eran totalmente evitables”, aparte del “impacto negativo que tienen estas obras en los negocios cercanos”, ya que el bar de las piscinas y el quiosco cercano “sufren las consecuencias de esta incomprensible decisión”.

Según el portavoz socialista, en el pleno del 21 de julio criticaron la decisión y al alcalde, Vidal Galicia, “no le quedó más remedio que reconocer y asumir su error”: “si no toma nota para futuras ocasiones nos tememos que volverá a cometerlo”.