Durante los últimos años, los frutos de la carrera han servido para “abonar los costes de facturas de farmacia o suministros del hogar, una cama articulada, el salario de ayuda a domicilio y otros gastos, todo dependiendo de las necesidades de cada persona y lo que requiera en ese momento”, según ha explicado una de las organizadoras, Patricia Martín Salvador.

“Por fortuna, el dinero recaudado año tras año ha sido suficiente para abordar los gastos de estas personas”, ya que al finalizar el ejercicio “el dinero restante se ha donado a entidades de investigación de la lucha contra el cáncer”.

La carrera se celebrará el domingo (10 horas). La donación se efectúa a través de la compra de camisetas (diez euros) gorras, mochilas, pulseras o ingresos particulares. Al finalizar la marcha, los asistentes pueden apoyar la iniciativa mediante la compra de tickets canjeables por comida donada por empresas, asociaciones y particulares que desinteresadamente la ofrecen.

Este año, como novedad, se han recogido fondos mediante la organización del Proyecto Sonrisas, iniciativa de un fotógrafo de El Barco de Ávila que durante tres días ha hecho fotos a personas con turbantes de colores para después elaborar un vídeo y una pancarta que se expondrá el día del evento en la plaza barcense.