El plan aprobado por Bruselas posibilita el desbloqueo de los 37.000 millones del rescate que llegará a los bancos nacionalizados, a los que, a cambio, se exige reducir su balance un 60 por ciento en cinco años.

En el caso de Bankia, la entidad ha admitido ya que supondrá el despido del 30 por ciento de la plantilla y el cierre del 35 por ciento de las oficinas, sin que hasta el momento haya trascendido qué consecuencias tendrá en Ávila.

Sobre las condiciones del despido, Bruselas no obligará a que se apliquen los 20 días de indemnización que permite la reforma laboral del PP, sino que deja en manos de las entidades involucradas la gestión de éstos.

En cuanto a los pequeños ahorradores afectados por el caso de las preferentes, deberán someterse a un proceso para poder saber qué cantidad de dinero van a perder cada uno de ellos.

Al respecto, el primer paso será calcular el actual valor económico de esas preferentes, luego se aplicará una quita parcial y por último se canjearán por acciones o títulos equivalentes, aunque tendrán en torno a un 50 por ciento de pérdidas, según las estimaciones iniciales.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigoizarri, ha expresado su confianza en que, tras la inyección de 18.000 millones prevista para el Grupo, éste vuelva a beneficios en 2013 y tenga un resultado neto de 1.200 millones en 2015.

“Tenemos una entidad sólida y nos vamos a focalizar en hacerla rentable porque es la mejor manera de retribuir a nuestros  accionistas y de que los contribuyentes recuperen su inversión”, ha dicho.