La proclamación se ha producido a las 12,00 horas, cuando gruesos goterones caían indiscriminadamente y obligaban a público y curiosos a resguardarse bajo los arcos del Ayuntamiento; no así Pepa Tascón ni los concejales que la acompañaban, estoicos hasta el final del manifiesto.

En su discurso, ha recordado los inicios de la celebración, a finales de los años 60, cuando la jornada servía a la reflexión para “visibilizar valores universales como la igualdad, el respeto, la diversidad, la libertad y la no discriminación”.

Ha criticado la “brutal intolerancia y discriminación sufrida” por estos colectivos: lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, recordando que aunque la Ley de Igualdad LGTB+ está a punto de tramitarse en las Cortes de Castilla y León, el reconocimiento de los derechos no se haya producido “ni a nivel universal ni de manera plena”.

Ha pedido desarrollar políticas públicas e incrementar servicios que garanticen la igualdad de todas las personas con independencia de su orientación sexual e identidad de género. En este punto, ha defendido que son ayuntamientos, diputaciones, consells y cabildos insulares lo que deben reclamar su papel como agentes de actuación.

Anoche, como forma de apoyo al colectivo, el Torreón de los Guzmanes se teñía con los colores insignia del movimiento LGTBI.