25 cooperantes -algunos con experiencias en distintas catástrofes humanitarias- de la  Unidad de Comunicación en Emergencias de Cruz Roja se reúnen en Ávila en un encuentro formativo.

“Más allá de la función específica de comunicación, todos los cooperantes de Cruz Roja tienen que tener sí o sí una capacitación en el ámbito de la salud, como es la en la gestión del estrés”, con una preparación ante un momento de emergencia donde, ante el síndrome del quemado (burnout) “sepan gestionar situaciones de ansiedad y estrés”, ha explicado el responsable de la Unidad de Comunicación y Emergencias, Miguel Ángel Rodríguez García.

La preparación psicológica es “fundamental”, porque los cooperantes “van a estar en contextos muy complejos, con familiares de fallecidos, con fallecidos, en desastres, en cualquier situación donde hay mucha gente necesitada”.

El encuentro durante tres días en Naturávila cuenta con participantes que han acudido a diversas crisis humanitarias. Rodríguez García ha explicado que en estas situaciones “la información salva vidas y el silencio mata”, de ahí su importancia. “Una persona afectada necesita información como el comer y el beber, sobre donde está su familia, por ejemplo”, a la vez que la información pública es necesaria para que lleguen recursos materiales y económicos a la zona afectada.

La Unidad de Comunicación en Emergencias es un equipo de profesionales de la información de Cruz Roja, integrada por 80 personas, cuyo objetivo es ofrecer una respuesta comunicativa rápida y efectiva ante una emergencia o crisis.

Creada en 2007, su despliegue en terreno depende de la entidad, magnitud y evolución de una emergencia y de las necesidades de las víctimas, y su labor es gestionar la información interna y externa durante una emergencia, dentro y fuera de España.

Respuesta

Según su protocolo de intervención, “la comunicación en situaciones de emergencia requiere, por sus particularidades y ritmos, una respuesta eficaz, coordinada y proporcionada, garantizando que ésta sea la adecuada en cada momento y la adaptada realmente a la difusión de nuestra acción y a la demanda informativa por parte de los medios de comunicación".

Esta unidad se ha activado en todas las emergencias de relevancia en las que ha intervenido Cruz Roja Española, como en el terremoto de Perú de 2007, las inundaciones de Centroamérica de ese mismo año, las inundaciones de Senegal de 2009, los terremotos de Haití y Chile en 2010, el terremoto de Lorca en 2011, la crisis del Sahel en 2011 (Mauritania), la crisis por el impacto de tifones en Filipinas (2013-2014), Indonesia (2014), la crisis de Sudán (2014), el terremoto de Nepal (2015) o la epidemia por el virus Zika en América Latina (2015). Los últimos despliegues han sido en la crisis de los refugiados en Grecia, Croacia y Líbano; en el terremoto de Ecuador y en la epidemia del virus Zika en Brasil y Argentina.