“Ante la grave situación que atraviesa la economía española” proponen la convocatoria de un foro de “intercambio de ideas entre todos los economistas de España” para “consensuar medidas de política económica que resulten adecuadas para las diferentes autoridades económicas, partidos políticos, sindicatos, asociaciones empresariales, en definitiva por el conjunto de la sociedad”.

Entre otros, firman en manifiesto economistas participantes en el encuentro, como Juan Velarde, Dalmacio Negro, Victoriano Martín, Carlos Rodríguez Braun, Tomás Raga, León Gómez, Juan Ramón Rallo, José Ignacio del Castillo y Francisco Cabrillo, entre otros.

El manifiesto parte de la idea de que la crisis está motivada por “las rigideces existentes en los diferentes mercados y por una organización territorial del estado que implica en la práctica la ruptura de la unidad de mercado”, a la vez que subrayan que “el constante deterioro institucional” también es un elemento desestabilizador.

Así, proponen la “disminución considerable del peso y competencias del Estado y demás administraciones públicas dando entrada al mercado en la provisión y producción de bienes y servicios de bienestar social” y que, tras el  inicio de la reactivación “será preciso vincular a ésta una disminución de la presión fiscal, especialmente la que desincentiva el trabajo, la generación de beneficio y el ahorro”.

Unidad de mercado
“Aligerar y agilizar el contexto normativo de manera que se facilite la toma de decisiones de los agentes económicos”, es otra de las propuestas, junto a la restauración de la unidad de mercado, y la reforma “urgente” de la organización territorial del Estado “a fin de posibilitar el control del gasto y evitar la multiplicación de organismos, dejando claro cuáles son las funciones que debe desempeñar el estado, cuáles los gobiernos autonómicos y cuáles los ayuntamientos”.

“La liberalización y flexibilización de los diferentes mercados tanto de bienes y servicios como de todos los factores productivos”, y “la reforma de la legislación de las universidades, sean públicas o privadas, dando entrada a criterios de mercado a fin de que puedan competir en igualdad de condiciones” son otros puntos del manifiesto.

“Reforzar, de una vez por todas, la separación de poderes del Estado a fin de que una verdadera independencia del poder judicial garantice la administración de justicia y el cumplimiento de las leyes”, concluye.

Según Vicente Enciso, gerente de la UCAV, que leyó el manifiesto, “todas las medidas propuestas son urgentes”, ante lo que propone  “reunirse, consensuar y tratar de hacer un cronograma”.

“Los firmantes, personas comprometidas con la búsqueda de la verdad y la defensa de la libertad individual, manifestamos nuestra enorme preocupación acerca de la situación que vive la economía española en los comienzos del siglo XXI”, se indica el comienzo del texto.

Falta de líderes
En la clausura del congreso, el profesor emérito de la CEU-San Pablo, Dalmacio Negro, ha lamentado que para afrontar la crisis “no hay líderes” en Europa. Ha vaticinado que sea “una crisis terminal del estado y el final de una época histórica”, pero que en el caso de España la situación es peor porque se aplicaron medidas socialdemócratas “cuando la socialdemocracia tocaba a su fin

Juan Ramón Rallo, director del Instituto Juan de Mariana, coorganizador del congreso, ha acusado a los últimos gobiernos por desarrollar políticas económicas “verdaderamente nefastas”, y “expoliar a la sociedad subiéndole los impuestos”.