La Comandancia de la Guardia Civil ha inspeccionado todos los establecimientos de este tipo. El 60 por ciento cumple con los requisitos documentales y técnicos exigibles para llevar a cabo la prestación de la actividad, acreditando que los responsables están dados de alta como gestores de residuos autorizados expedido por la Junta de Castilla y León y en posesión del libro de policía, comprobando la coincidencia de los materiales, cantidades y fechas registradas así como su actualización y que se presentan periódicamente a las autoridades competentes.

La campaña inspectora se llevó a cabo entre febrero y marzo por parte del Seprona con apoyo de componentes de Seguridad Ciudadana, con el objetivo de comprobar que se ajustan a la normativa, evitar su adecuada gestión, la posible evasión de impuestos y receptación de objetos robados.