Dahl (Cardiff, Gales,1916-Oxford, Inglaterra, 1990) es autor de 'Charlie y la fábrica de chocolate', 'Matilda' o 'El gran gigante bonachón', entre otras obras. Ares ha explicado que uno de sus relatos se inspira en el accidente de avión que sufrió en pleno combate, y la presencia de animales como la jirafa o el cocodrilo, tan representativos en su obra, proceden de su etapa en Tanzania.

Y es que empezó su carrera profesional en Shell y pidió un destino con jungla: sus jefes se lo concedieron, ha explicado la profesora, quien ha destacado que uno de los objetivos que siempre persiguió fue "convertir a los niños en lectores".

De hecho, a sus propios hijos solo les regaló libros. También ha destacado la influencia que tuvo sobre él autores como Dickens, así como el legado que dejó en varios escritores: Andy Stanton, David Walliams o J.K.Rowling son solo algunos ejemplos.

La intervención de Ares en el Episcopio comenzó con la infancia del escritor, marcada por las muertes de su hermana y de su padre. A pesar de ello, adquirió una fuerza de superación que, según Ares, heredó de su madre.

En el colegio adquirió un hábito muy bueno para él: escribir los domingos una carta a su madre. Y lo hizo hasta que ella murió. Muchas de esas misivas están publicadas.

Obras míticas

La vida de Roald Dahl fue muy intensa: después de combatir en la II Guerra Mundial como piloto comenzó su prolífica carrera como escritor con obras realmente míticas, aparte de trabajar en el servicio de inteligencia, elaborar guiones de cine, y creador los de Gremlins como personajes basados en unos seres mitológicos.

Según Ares, tanto en las obras para niños como en las dedicadas  a los adultos siempre tiene dos características comunes: "humor negro y finales inesperados".

Sus historias suelen tener estructura de cuentos de hadas. Además, se inventaba sus propias palabras, pero nunca decía qué significaba.