Bajo el título de 'TechTalk, asegurando el futuro', organizado por Vctor ITC Group, se ha puesto de manifiesto que en la actualidad se puede proporcionar una amplia información sobre factores como hábitos de consumo, estilos de vida, actividad y ubicación, lo que ayuda a las aseguradoras y los asegurados a hacer evaluaciones de riesgo más precisas.

“En un futuro muy cercano contaremos con avisadores que corten el agua o la luz en el momento que detectan una fuga o avería”, ha apuntado Antonio Martín, director técnico de ICEA, quien anunciaba el desarrollo de aplicaciones y soluciones cloud para enviar los desperfectos de inmediato al seguro.

Estado de ánimo
En este sentido, las líneas estratégicas del sector pasan por simplificar los productos y apostar por los servicios cognitivos, de voz, cara y texto, así como el análisis predictivo y big data para identificar, incluso, el estado de ánimo de los usuarios.

Además, entre los principales retos de las aseguradoras se encuentra el objetivo de adquirir servicios adyacentes y aprovechar el auge de aplicaciones como Car2go para lanzar productos novedosos. “Estos sensores nos permiten saber los hábitos de los conductores y en función de si esa persona conduce bien o mal se podría personalizar la oferta”, señaló Martín.

Según expusieron los responsables tecnológicos (CIOS) de Caser y Ocaso, el verdadero objetivo es centrarse en la experiencia de usuario. La tecnología ha hecho que las aseguradoras lancen productos específicos, como el seguro de las peluqueras a domicilio, cuando se dieron cuenta de que había más de 500 profesionales en esta situación.

Tiempo real
Desde Caser, Manuel Blanco señalaba la integración de servicios para la transformación del sector: "tenemos que conseguir que estén en contacto, y a tiempo real, seguros, clientes, peritos y proveedores, para cuando tenga una avería, se entere al instante el perito".

En este contexto ya se ofrecen productos integrados como cámaras, sensores y detectores de humos conectados durante 24 horas, sin embargo, “esto encarece enormemente el coste del producto final, que actualmente no está dispuesto a pagar el usuario”, matizó Blanco.

Según Juan Frutos, responsable de Tirea, el problema al que se enfrentan las aseguradoras es que a pesar de contar con aplicaciones de geolocalización, o herramientas que permitan tomar y enviar imágenes del siniestro al instante, no se puede recoger toda la información automáticamente porque no cuentan con sistemas para ello.

Además, de manera incipiente, algunas aseguradoras también comienzan a trabajar con drones, lo que les permite sobrevolar zonas difíciles para verificar siniestros, huracanes o incendios,

Por tanto, el éxito pasa por integrar la tecnología a todos los niveles de negocio, además de crear un valor diferencial, “en los seguros, este factor es la inmediatez del servicio”, apunta Juan Nuñez, de Ocaso, quien además dio pistas sobre el trabajo llevan a cabo: "en lugar de observar y ofrecer tenemos que percibir y responder”. El objetivo es el de ahorrarles tiempo a los usuarios, “su bien más preciado”.