Se les acusa de ser presuntos autoras de un delito de hurto y otro de estafa en grado de tentativa. Aprovecharon un descuido del propietario para sustraerle, del interior del bolsillo de su chaqueta, un teléfono móvil, una cartera con diez euros en efectivo y una tarjeta de crédito, con la que intentaron extraer dinero de un cajero.

Gracias a la rápida denuncia, el Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arévalo esclareció el hecho. El día 20 se identificó a los supuestos culpables, a los que se localizó el día 23.

Desde la Guardia Civil se ha destacado que la pronta denuncia permite el seguimiento y el bloqueo de la tarjeta para evitar un uso fraudulento.