Tras los robos de dinero, herramientas, joyas y aparatos electrónicos, daban salida a los objetos a través de diversos canales de compra venta de objetos de segunda mano.

La Operación Mudanza se inició a finales de octubre cuando los agentes investigaban una serie de robos ocurridos en la capital, cuyo denominador común era que se había empleado algún sistema para acceder a los inmuebles con el que no hacía necesaria la fractura ni el forzamiento de las cerraduras.

Este modo de proceder encauzó la investigación hacia grupos especializados en la utilización de llaves maestras, tales como el denominado sistema bumping o golpe seco, pero las declaraciones de las víctimas y de los testigos recondujo las pesquisas hacia el entorno personal de los propios afectados por los delitos.

Fruto de las investigaciones, los agentes centraron su atención en una persona, cuya relación de amistad con algunas de las víctimas le permitía disponer de información privilegiada acerca de sus horarios de trabajo y períodos vacacionales. A esto se sumó el hecho de que esta persona en algún momento del pasado había tenido acceso a las llaves de los domicilios, lo que luego pudo confirmarse durante los registros practicados en su domicilio, ya que fueron incautados numerosos objetos previamente denunciados.

Al segundo detenido se le acusa de llevar a cabo de ejercer el papel de receptador para dar salida a los efectos sustraídos, a sabiendas de su ilícita procedencia. Buena parte de los objetos recuperados ya han sido entregados a sus propietarios.