La voz de alarma la ha dado la Alianza UPA-COAG, que ha recibido "numerosas quejas" de los agricultores, que han observado muchos roedores y huras.

La organización agraria ha solicitado a la Junta que tenga en consideración las advertencias que hacen desde hace meses, dado que la presencia topillos "puede derivar en una plaga más grave", que luego "sería muy difícil de atajar, como se demostró diez años atrás".

Las parcelas más afectadas son las de alfalfa, próximas a cunetas y arroyos donde tiene sus reservorios, además de trigos y colzas.

La organización agraria ha criticado las consecuencias de "la norma tan restrictiva y tardía" que aprobó la Junta sobre quema controlada de rastrojos, ya que era "imprescindible para eliminar la maleza y las zonas donde se mantienen los roedores".

La normativa habría sido "muy eficaz si se hubiera permitido en las fechas y zonas más  proclives a reproducirse". También creen que la Junta "debería haber sido más receptiva a la hora de contemplar medidas de control y prevención de topillos en la provincia", como ha sido "en otras zonas de la región".

"Si los focos de topillos se hubieran tratado en condiciones en su día, como reclamamos -han dicho-, no estaríamos con parcelas donde ya hay mucho daño y con el temor de que en primavera eclosione la cifra de topillos hasta convertirla en plaga imposible ya de atajar".