La pequeña construcción está levantada como muros de mampostería  y cubierta a cuatro aguas de unos 30 metros cuadrados en cuyo interior se veneraba una imagen del Cristo.

A su entrada se levanta una cruz de piedra sobre peana, a cuyos pies se indica el año de 1557.

Recientemente se ha caído  el dintel del piedra de la puerta de acceso, al descubierto el muro descompuesto y sin revoco, lo que hace temer por su deterioro y derrumbe. Todo ello a pesar de que se había anunciado su arreglo en una intervención incluida en el convenio para reparación templos firmado por Diputación y Obispado hace año y medio, con un presupuesto de 6.000 euros para la consolidación de muros y la reparación de la cubierta. Incluso se llegaron a los andamios.

Con anterioridad, los vecinos de Zorita promovieron sin éxito peticiones al Obispado y una campaña de recogida de aportaciones económicas.