Ha justificado la supresión de ayudas a las empresas establecidas en el Vivero Industrial en que son para las que empiezan y no para las que llevan varios años.

"¿Es necesario ayudar a una empresa que está dando beneficios y que lleva cuatro o cinco años en el vivero?", se ha preguntado, para responder que "no", y así opina el comité ejecutivo y el plenario de la entidad cameral porque el vivero está "para ayudar a las nuevas".

En una visita a la Estación de Autobuses, espacio que gestiona la cámara y adonde ha acudido un cartero cameral, Martín ha respondido así a los inquilinos de las naves del vivero, que se han quejado de la supresión de una ayuda para reducir a la mitad y que recibían desde que alquilaron sus espacios.

La ayuda no es pública -según ha explicado-, sino de la propia cámara. Se estableció en 2010 con una duración de un año y  luego prorrogó para otra anualidad, y debido a la "situación irregular" de la cámara -sin presidente durante más de un año-  "se fue prorrogando" hasta ahora, cuando ha entrado una nueva ejecutiva.

Contradicciones

Martín ha criticado a la portavoz de los viveristas, Blanca Villarejo y sus "contradicciones", porque como miembro del plenario de la cámara no se opuso al acuerdo del vivero cuando se aprobó y ahora lo reprueba.

Los viveristas pagan entre 180 y 450 euros por nave, y de los 13, dos de ellos todavía cuentan con las ayudas, en un caso hasta enero y en otro hasta junio.

Martín ha explicado que el vivero "no es un centro de negocios para permanecer siempre" sino para que "crezcan, desarrollen su negocio y encuentren otros lugares", como tampoco desean "hacer competencia a otros que alquilan otros espacios".

Según ha insistido, mantener a los mismos viveristas es "ir conra la cámara y contra el resto de empresarios que tienen derecho a iniciar su actividad en un local que tenga un precio económico".