El escrito ha sido dirigido al Servicio de Familia e Igualdad de Oportunidades, del que depende el centro.

La asociación de padres observa "con cierta preocupación" por como las obras pueden afectar al normal desarrollo del curso, ya dos aulas están cerradas y los alumnos de ellas deben estar en espacios comunes, "con el perjuicio que para la adaptación al nuevo entorno puede suponer", aparte de que haya restos de obras en el patio o que parte de éste no pueda utilizarse.

El Ampa también se pregunta por cómo pueden afectar al normal desarrollo de la actividad del centro "los ruidos, la suciedad y la actividad inherente a una obra de la envergadura", ya que la escuela infantil acoge bebés de unos seis meses en adelante, así como a las medidas adoptadas para compatibilizar el comienzo del curso con las obras. Según la asociación, el estado de las obras hace pensar que se alargarán varias semanas.

Lo que reconocen es el "esfuerzo" del personal -técnico, de limpieza, servicios auxiliares y dirección- para "tratar de normalizar una situación tan extraordinaria e indeseada", ya que "tratan de hacer lo más llevadero posible para los niños una situación que también les afecta, ya que no pueden llevar a cabo la actividad tal y como desearían".