El consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se ha comprometido con el alcalde, José Luis Rivas, para "una reparación que es costosa" y que el Ayuntamiento no puede afrontar "porque las arcas municipales están debilitadas".

El Ayuntamiento envió un anteproyecto a la Junta que, tras la aceptación del consejero, deberá convertirse en proyecto, para que la Junta acometa las obras en 2017.

Suárez-Quiñones ha incluido la obra en "una actuación singular y específica" y por la condición de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad.

Las calles quedarán a un sólo nivel suprimiendo las aceras actuales por "seguridad y evitar las dificultades" actuales de accesibilidad, dado que es "imposible" transitar con un coche de bebé o una silla de ruedas, según ha reconocido el consejero, "preocupado por ver esas calles que no se corresponden con el estado que tienen que tener, por estética y accesibilidad".

Las obras llevarán consigo la renovación de todas las infraestructuras de agua, electricidad y telecomunicaciones.