A  continuación te ofrecemos algunos consejos para que tu casa se mantenga fresca a pesar de las altas temperaturas del verano:

- Aislamiento: instalar un aislamiento en el exterior de nuestra vivienda reduce notablemente la acumulación de calor (o de frío) en los materiales de cerramiento y en los muros de la vivienda.
- Cubierta verde en la azotea: este tipo de soluciones, además de reducir la contaminación, evitan la acumulación de calor y aportan humedad.
-Ventanas en el tejado: de esta forma refrescaremos el aire del interior de la vivienda, liberando el calor acumulado.
- Ventilar: abriendo ventanas opuestas se consigue un enfriamiento natural de la casa.
- Vidrios: elegir el grosor adecuado del vidrio de los cerramientos de nuestro hogar facilitará un óptimo aislamiento de la vivienda.
- Sombreado exterior: debemos evitar que el sol dé directamente en las ventanas y balcones mediante toldos exteriores, pérgolas o porches.

Además de estos consejos, los colores que utilicemos para decorar nuestro hogar pueden ayudarnos a mantenerlo fresco. Una buena opción es pintar nuestra casa de blanco u otros colores claros o pasteles, ya que absorben menos calor que las tonalidades más oscuras. Los colores más frescos para tu hogar son: azules, verde agua, verde manzana o limón, combinados siempre con blanco. En los textiles, nos centraremos en tejidos naturales y ligeros como el algodón.

Nuestro jardín es también una herramienta eficaz para reducir el calor en nuestra vivienda. Planta árboles para sombrear la fachada y no abuses de los pavimentos exteriores de obra. Puedes crear una “zona fresca” en tu jardín instalando una pérgola y recubriéndola con vides u otras plantas trepadoras. Aprovecha ese espacio para colocar algunos elementos de decoración confortables y de tendencia como unos bancos para jardín, una mesa y algunos cojines. Se convertirá en tu lugar preferido para combatir el calor y disfrutar del aire fresco.

Si tienes espacio suficiente en tu jardín, lo ideal sería instalar una piscina. Es una forma ideal de pasar las tardes de verano con los amigos o la familia. Además, varios estudios han demostrado que la instalación de una piscina es una inversión que aumenta de manera considerable el valor de la vivienda, en algunos casos hasta multiplicando por dos su valor. Una piscina en el jardín facilitará el alquiler o la venta de la vivienda, una inversión que conlleva una significativa ganancia en la calidad de vida y en el valor de la propiedad.