18 asociaciones, entre ellas CCOO, aseguran que el asfaltado se ha hecho "contra las normas y los procedimientos reglados" de un tramo que era de tierra como "camino trashumante de siglos" y que además es parte de la gran ruta de senderismo internacional GR-10.

Lo que "se ha convertido en una pista de karts" se encuentra "casualmente justo en la trasera de la zona del concierto", junto a la orilla del río Tormes y en "la misma frontera perimetral del Parque Regional de la Sierra de Gredos, que forma parte del la europea Red Natura 2000".

Las organizaciones críticas advierten que es la undécima edición que se celebra el concierto "para la desgracia de la famosa y sufrida pradera del monte público" de Hoyos del Espino, y acusa a la Junta al "entramado de sociedades y fundaciones opacas", en referencia a la Fundación Patrimonio Natural de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que debería ser quien "de forma ejemplar tenía que protegerlo".

Contra Gredos

Los ecologistas creen que en los 11 años de conciertos "contra Gredos", los problemas y la gestión del espacio natural "no han mejorado", por lo que "la peor amenaza para la Sierra de Gredos y para las arcas públicas es la propia Junta de Castilla y León y su fundación ejecutora y denominada con mofa 'de Patrimonio Natural'".

En este tiempo "la presión turística descontrolada ha aumentado cada año de forma exponencial", ya que "solo con las ediciones anteriores han pasado 101.800 personas con sus vehículos y residuos" por los conciertos.

Señalan que "a estas alturas", el objetivo del festival "no es el combatir la pobreza social de la Comunidad ni atajar la despoblación de los municipios serranos, ni contribuir a aliviar la crisis a las familias castellano y leonesas sometidas por el desempleo y la pobreza, como tampoco es garantizar la protección y conservación que la Sierra de Gredos se merece", ya que 20 años después continua sin aprobarse el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Regional.

Proyectos amenazantes

Además, dicen que "ajenos a estas galas de políticos y músicos que se lucen a costa de Gredos", recuerdan "proyectos pendientes y amenazantes contra la naturaleza", como el pantano del Arrelobo dentro del parque regional; los parques eólicos de Hoyocasero, Navalosa y Navalacruz, que "turbaran el paisaje del Gredos pictórico", además de otros "ya fantasmales, que costaron muchos miles de euros para nada, como fue la construcción de la piscifactoría de la La Aliseda de Tormes, tremendo ejemplo de despilfarro público donde los cerebros pensantes y organizadores de los conciertos de Gredos están bien retratados".

En los 11 años de conciertos, aseguran que la Junta "no ha aplicado ni siquiera sus propias normas ambientales sobre el ruido, la biodiversidad y los impactos ambientales" en los conciertos, de los que destacan que "nunca se han presentado las cuentas de gastos e inversiones", lo que supone "un desprecio a la conservación del espacio natural".

Culpan de todo ello a los responsables de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, y a los directivos de la Fundación de Patrimonio Natural, a los que acusan de falta de transparencia.

Las organizaciones críticas son CCOO de Ávila, Asociación en Defensa del Rio Alberche, Asociación Centaurea, Gredos Verde, Plataforma contra la Especulación Urbanística y Ambiental de Candeleda, Equo Ávila, Colectivo Cantueso, Asociación Geográfica Ambiental, ARBA, Sierra Oeste desarrollo S.O.S.tenible, Mountain Wilderness de Ayllón Guadarrama y Gredos, Organización Medioambiental Ecologistas Acuho,  Asociación Trochas Viejas, Asociación Soriana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza (Asden), Grama (Grupo de Acción para el Medio Ambiente), Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo, Plataforma para la defensa de la Dehesa Boyal de Piedralaves y Agentes Forestales CCOO Comunidad de Madrid.