También de personas. Al menos sobre las 12,30 horas, un momento en que habitualmente no suele haber mucha gente. Pero en el primer día de la medida ha dejado estampas nunca vistas.

La plaza de Pedro Dávila con el aparcamiento en batería vacío, y la plaza del Teniente Arévalo sin ningún coche, en la que ahora destacan la atención las dos terrazas de los establecimientos hosteleros, eran llamativas imágenes.

Tan sólo pasa algún vehículo de vez en cuando. Una cámara vigila el cumplimiento de la prohibición. Las excepciones están marcadas en la señalización: vados, transporte público, vehículos de emergencia y servicios municipales, además de los clientes de los hoteles por un cuarto de hora.

Los vehículos de carga y descarga pueden entrar de 9,30 a 10,30 y de 17 a 18 horas.

Con la peatonalización de las plazas Pedro Dávila y Teniente Arévalo, y las calles Pla y Deniel, Pedro Lagasca y Cuchillería, se han eliminado 17 plazas de ORA en zona azul, y la medida afecta a 100 vehículos, 10 vados y 15 establecimientos comerciales.