Por ello, pongámonos a fuego con la escritura. Como siempre, sin pausa, pero sin prisa. Yendo en la buena letra. Y sí, en la buena dirección. ¡Cómo recuerda esa buena dirección al discurso de aquellas que nos desgobiernan! Esas impetuosas a las que quieren embargar su sede, en base a una presunta y bueno, reconocida, caja b. Una segunda hacienda para las más avispadas. Y eso que decían que Hacienda somos todos.

Fuera de cargar de pesadumbre y pesimismo, la causa de este escrito redunda en un interés compartido por el resto de miembros de la clase trabajadora. Esto es, la intención de que la lucha por nuestros derechos no sea concebida como una especie de moda. Así, lo señalaba un camarada en su artículo, publicado en el blog 'Kaos En La Red'.  Soy consciente de que esta afirmación toma mayor fuerza con motivo de los acontecimientos de esta semana. La presencia de la clase proletaria y comprometida tanto en el barcelonés barrio de Gracia como en las calles francesas, en contra de una bochornosa reforma laboral aprobada por el Gobierno galo.

Además, este fin de semana han vuelto a a Madrid 'Las marchas por la dignidad', a pesar de que muchas las olviden al ocupar asientos de parlamentos o ayuntamientos. Pero no es momento de claudicar. Nunca lo es. Y muchos menos ahora. Soy consciente de que hay compañeras que decidieron estar al margen y presentarse con otra candidatura. Resulta muy respetable, pero no estoy de acuerdo. Es momento de seguir luchando. Hasta en Ávila también. Y por todo ello, pido a la ciudadanía abulense que no decaiga, que se organice en su lucha por esa provincia y ciudad decente. No ese recóndito que le venden en el panfleto.

Asimismo, es importante, como señalo, que haya movimiento. Esta semana se anunció la lista y la correspondiente candidatura de la que podemos considerar como coalición de izquierdas. Y lo digo con conocimiento de causa, ya que desde luego el Partido Socialista adornando sus actos con banderas y sentido patriota, ya no lo es. A la vez, en el país, se hace precampaña yendo a un país con un Gobierno socialista, que parecen no aceptar. Sí, de repente, en un abrir y cerrar de ojos, la derecha se vuelve humanitaria. Encima, el Gobierno en funciones lo sitúa como asunto propio de la agenda de Estado, del Consejo Nacional de Seguridad. ¿Y qué pensará de ello la ciudadanía abulense?

Frente a todo este panorama, debemos ser conscientes de que pese a que votando cada cuatro años, no se solucione el problema, no es momento de abstenerse. Insisto que a lo mejor nos sigue faltando un programa valiente para alcanzar la revolución. Para tomar El Grande como si se tratara de La Bastilla. Si bien, confiemos en quienes se presentan en dicha candidatura y al mismo tiempo, no abandonemos las plazas ni las movilizaciones, puesto que sin movilización no habrá revolución. Avanti popolo!