De la mano del especialista Miguel Benavente, 60 personas se iniciaron el sábado en lo que es “un juego de búsqueda de tesoros al aire libre practicado por equipos o de forma individual”, y en el que los jugadores “intentan encontrar contenedores ocultos, llamados cachés, utilizando dispositivos GPS” Después se comparten las experiencias a través de internet, detalla Benavente, quien explica que “una de las tradiciones de este juego es que lo jugadores (geocachers) cogen algo de lo que hay dentro del ‘tesoro’ encontrado y lo sustituyen por otra cosa, de igual o superior valor”.

Así se lo explicó el especialista antes de una demostración práctica en la que los participantes se pusieron a prueba de lo aprendido en la parte teórica de lo que es “un entretenido juego que combina la aventura y el disfrute de la naturaleza”.