Así lo han determinado los responsables sindicales de UGT y Sigen-USO, organizaciones que firmaron el convenio colectivo el año pasado -CCOO, que preside el comité, no lo hizo-, Iván Zazo y Juan Vázquez, tras la visita realizada este viernes a la planta de Ávila por el director de Operaciones, Óscar Bombín, y por el jefe de Recursos Humanos, Javier Rodríguez.

Según Zazo, la dirección es “incapaz” de cumplir el convenio, hasta el punto de que el traslado de la fabricación de largueros desde Barcelona, que iba a crear 25 puestos de trabajo, tiene “un 99,9 por ciento de posibilidades” de que no se produzca.

Sin decisión
De la misma forma, la alternativa de que Ávila produzca ejes para Renault debería esperar “varios meses” para que se adjudique y tampoco existe una “decisión tomada” sobre la continuidad de la fabricación del modelo F91G, aunque al acuerdo no se tomará hasta dentro de unos meses.

De hecho, según Juan Vázquez, existe un “gran riesgo de continuidad” del nuevo producto, sobre todo después del parón productivo que está previsto realizar “entre finales de este año y mayo de 2017”.

En la actualidad, se fabrican unas 2.000 unidades del nuevo modelo de camión, frente a las más de 14.000 del Cabstar (F91A). Y en este caso, el del Cabstar, se necesitarán “29 millones de euros” de inversión en 2017 y 2018 para adaptarlo a la normativa específica de emisión de gases. Y otros “10 millones” más para 2019.

A partir de ese año, el futuro de la fábrica, según los sindicatos, es “incierto”, por lo que el próximo jueves se reunirán con el fin de consultar a los trabajadores y decidir las movilizaciones que se emprenderán, comenzando por boicotear los sábados previstos de producción.