Son dos documentales de gran importancia para conocer la exactitud de lo que ocurrió, pues esa verdad no pudo ser sacada a la luz y difundida en aquellos los momentos, pues a los defensores de la antigua Fábrica y de la Maqbara se les denegó la voz en los principales medios de comunicación local –cuando no fueron éstos altavoces para mentir, tergiversar y ocultar, siempre fieles al poder político promotor de ambas destrucciones. Fueron años duros, años de hierro en los que el poder absoluto del Partido Popular llevó a cabo desmanes innumerables, entre ellos los dos nombrados.

Pero ahí no quedaron los intentos de los señores Acebes, Ruíz-Ayúcar, Díaz de Mera, etc. de modificar, mediante la destrucción, la zona de San Nicolás-Puente Adaja. Tuvieron sus tristes victorias derribando la Fábrica y destruyendo la Maqbara. Pero no consiguieron que se construyera el nuevo puente sobre el Adaja (hoy todo el mundo sabe que no hubiera solucionado nada, pues estaría a apenas 150 metros aguas arriba del actual), ni que se encauzara artificialmente el río Adaja. Como este último hecho es desconocido para la mayoría de los abulenses, paso a contar el devenir que tuvo ese proyecto.

A instancias del Ayuntamiento de Ávila –y apoyado éste en todo momento por la Junta de Castilla y León-, el cual estaba entonces presidido por el Sr. Acebes, la Confederación Hidrográfica del Duero presenta en marzo de 1993 el Proyecto de acondicionamiento sanitario y mejora del cauce de los ríos Chico y Adaja en el término municipal de Ávila. La obra tendría un coste de 43 millones de pesetas de entonces. Las características más notables de dicho proyecto, en el que se interviene en el tramo del Adaja comprendido entre el llamado Puente del Papa y el azud de la Fábrica de harinas, son:

- Realización de un nuevo cauce entre estos dos puntos y que tendría una anchura de entre 70 y 100 metros, según los puntos del trayecto.

- Configuración lo más lineal posible del río, sin meandros, piedras, curvas pronunciadas… Dragado del río.
- Camino de tierra en la margen derecha. Plantación lineal de árboles, priorizando los chopos.

En definitiva, la obra suponía la transformación del río en un mero canal de desagüe, con todo el impacto paisajístico que tendría, pues la visión de la ciudad desde el oeste -una visión apenas alterada en siglos- se rompería sin remedio. No sería lo mismo que la ciudad y su muralla se reflejen en un río de bordes herbosos y naturales, a que lo hiciera en un gris canal de bordes fríos, carentes de vida.

Ante este despropósito -y tras algunas reuniones de varias organizaciones contrarias con los promotores y que no dieron el fruto deseado ante la obstinación del Ayuntamiento y Junta-, desde la Asociación Cultural Manqueospese la Veré hicimos un proyecto alternativo para el que recabamos el apoyo de las asociaciones ecologistas ADECAB y Colectivo Cantueso. Básicamente defendíamos que los criterios de restauración de los ríos ya entonces propugnaban -en los países avanzados de nuestro entorno-, la recuperación de la configuración natural de los mismos, con un dragado sólo en los puntos necesarios, el respeto del trazado con sus elementos naturales, o la adecuación de caminos de acceso para integrar el río con la población. Además, advertíamos de la posible colmatación por lodos del embalse de Fuentes Claras al ser un lecho arenoso de nueva obra el resultante de la actuación.

Presentamos este proyecto alternativo ante la Confederación Hidrográfica del Duero en abril del 94. La respuesta nos llegó en forma de escrito de fecha 15 de mayo de 1994. En ella, el presidente de la CHD, el Sr. José María de la Guía, nos comunicaba a Manqueospese que aunque no comparto la crítica del proyecto en su totalidad, a la vista de las sugerencias expuestas en su escrito así como otros condicionantes técnicos de la obra según informe del personal de esta Confederación se va a proceder a la redacción de un modificado del Proyecto, que en líneas generales va a respetar el cauce del río Adaja…Se pretende en este modificado conseguir que la margen derecha del río… se integre en el casco urbano como zona de paseo fluvial… Para ello se van a considerar las sugerencias expresadas en su escrito.

Así pues, nos hemos de felicitar de haber logrado impulsar el cambio de criterio y proyecto respecto al río Adaja. También volvemos a reconocer la sensatez y valentía que tuvo la CHD y su presidente para modificar el proyecto pese a las presiones que tuvieron. La conservación de la configuración actual del río en ese tramo es consecuencia de ese cambio impulsado desde asociaciones que lo único que pretenden es luchar por objetivos en defensa del bien común, en los que la cultura y la naturaleza son patrimonio de todos. Esto nos lleva a reafirmarnos en la convicción de que si no luchamos y si pensamos que en Ávila no se puede hacer nada, las cosas podrían ir aún peor de cómo van. Imagínense ustedes cuál sería el estado y la visión del río Adaja si aquí también se hubieran salido con su empeño –muchas veces irracional- el Sr. Acebes y demás dirigentes del PP de entonces. Eso sí, poco después mostraron su voluntad destructora y hasta vengativa con el primer derribo de los anexos y última planta de la Fábrica de Harinas el 3 de septiembre de ese año.