Lydia Jiménez ha afirmado que los acontecimientos, en la mujer, tienen una mayor “resonancia”, porque el hombre “siente, pero lo expresa de forma diferente”. No obstante, ha señalado que “lo más importante” es el “desarrollo armónico” de la personalidad, para conjugar “afectividad, voluntad y entendimiento”. “En esa conjunción se da la estabilidad y la madurez”, ha añadido.

La mujer, el hombre, la familia y la sociedad centran este fin de semana el 67º Encuentro de Universitarios Católicos, del que la Universidad Católica de Ávila (UCAV) es la anfitriona y que lleva por título ‘Llamados a amar II’.

En su intervención, la presidenta del Consejo Directivo de la UCAV ha afirmado la necesidad de “educar” el corazón, la voluntad y la inteligencia. “No se enseña a la juventud a controlarse, hay que saber educar en el sacrificio, el esfuerzo y la renuncia”, ha incidido.

De la misma forma, ha aconsejado, con respecto al matrimonio, “pelear, luchar por mantenerlo y no romperlo” y también ha indicado que “el amor no es sentimiento ni placer sexual” sino “donación”, de modo que “el sentimentalismo y la apatía son dos virus que corrompen la afectividad”.