En el fallo de la sentencia, fechada el pasado 14 de septiembre, el Tribunal Supremo indica que “no ha lugar al recurso de casación interpuesto por las representaciones procesales del Ayuntamiento de Santa María del Cubillo, y de Lagos, SA contra la Sentencia de fecha 11 de diciembre de 2008”, al tiempo que condena a las partes recurrentes a las costas procesales.

De este modo, la justicia da la razón en este contencioso al Ayuntamiento de Ávila, que recurrió la construcción de una macrourbanización por entender que las aguas residuales verterían en el embalse de Serones, uno de los que abastece de agua a la ciudad.

El proyecto de urbanización en Campo Azálvaro, muy criticado también por las organizaciones ecologistas, contemplaba en el término municipal de Santa María del Cubillo más de 2.300 viviendas con capacidad para casi 10.000 personas.

El Supremo se fundamenta en la firmeza de anteriores sentencias para desestimar el recurso e insistir en que, atendiendo a la vigente legislación urbanística, la competencia para aprobar el Plan Especial de Saneamiento de Santa María del Cubillo “no viene atribuida en ningún caso al Ayuntamiento, sino a la administración autonómica”.

Tampoco es la Comisión Territorial de Urbanismo “la que tiene competencias para la aprobación definitiva” del mismo, lo que determina la nulidad de los acuerdos adoptados en este sentido.

De este modo, al quedar anulado el plan de saneamiento, no pueden ejecutarse las obras de urbanización y construcción previstas por la empresa promotora con la autorización del Ayuntamiento de Santa María del Cubillo.