Con sus actuaciones han compartido la festividad de San Juan  Bosco, patrono de los prestigitadores porque utilizó la magia y los malabarismos para su particular forma de predicamento en el siglo XIX.

La admiración que deja boquiabierto al público fue la tónica general de la gala, en la que hubo momentos para la magia de cerca, para la de escena, grandes trucos o pequeños ilusiones, mediante el uso de naipes u otros utensilios propicios para la magia, como pañuelos, cuerdas o monedas.

La interactuación del público, posible gracias a que los magos hacen partícipes de sus juegos a algunos espectadores añadiendo humor, fueron de los momentos más llamativos de la tarde de magia que se ha convertido ya en una tradición anual, y que en esta ocasión coincidió con la fiesta de San Juan Bosco.

Algunos magos de los que regalaron su magia -la mayoría integrantes de la  Asociación de Ilusionistas de Ávila- ya habían participado en otras ocasiones, otros eran nuevos. Gonzalo Granados, Miguelón, Juan Carlos, Osquitar, Nano, Álvaro Arenas, Óscar Magic y el Profesor Contreras, organizador de la iniciativa, fueron los que subieron al escenario la ilusión de la magia.