Los perjuicios causados por estos sucesos, que se han enmarcado en la denominada Operación Palacatena, habrían superado los 840.000 euros, según las estimaciones de la Guardia Civil, que ha detallado que las investigaciones comenzaron en octubre de 2014 en Palencia. No obstante, los ladrones también habrían actuado en Palencia (7), Burgos (3), Ciudad Real (3), Lugo (3), Madrid (2), Álava (2) y Pontevedra (2).

La organización estaba formada, en su mayoría, por personas de nacionalidad rumana y contaba con una jerarquía en la que se diferenciaban las diferentes funciones: localización y reconocimiento de los objetivos, comisión de los robos, vigilancia durante la sustracción, conducción del material, ocultación y tratamiento del cable de cobre.

Su base se encontraba en Madrid, aunque cambiaban constantemente de domicilio para dificultar su localización, llegando, incluso, a trasladarse, durante periodos breves de tiempo, a su país natal, donde aprovechaban para cambiar de números telefónicos.