El principal acto de campaña del PP se celebró el domingo en la sala de cámara del Lienzo Norte, que cuenta con un aforo de 420 butacas, a pesar que la invitada era la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Los populares no se arriesgaron a utilizar la sala sinfónica (960 plazas) para que ocurriera lo que en las elecciones municipales, que con otro primer espada, José María Aznar, una cuarta parte del aforó quedó en blanco.

El riesgo de Ciudadanos se convirtió en éxito: larga era la cola ante la puerta del Teatro de la Fundación Caja de Ávila. Se llenó la parte de abajo y en unos minutos ya estaba completo el gallinero. El mérito de Rivera fue mayor, porque los afiliados a Ciudadanos no son muchos, por lo que los asistentes eran simpatizantes o indecisos.

En su intervención, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, agradeció la asistencia y prometió saludar a la salida al medio centenar de personas que se había quedado fuera, y que siguió el acto en directo a través de sus móviles.

Y así, al terminar, ya en la calle tuvo unos segundos para estrechar las manos de unos seguidores entregados. "Y también nos ha traído la lluvia", exclamó uno de ellos.