Carlos Sastre, Pilar Rodríguez, Gonzalo González de Vega y María Ángeles Ortega han recibido el agradecimiento del centro en un acto en el que junto a ellos los protagonistas han sido los integrantes de esta comunidad, de 130 residentes y un centenar de profesionales, según ha destacado Pura Alarcón, la directora. En el acto ha intervenido el coro del centro.

"El balance de este año", en que el centro ha cumplido medio siglo, "supone que la sociedad ha traspasado el jardín y las puertas, nos ha conocido y se ha quedado con nosotros". También ha subrayado que se trabaja por "la calidad de vida" y "un proyecto de futuro" para los residentes.

Alarcón ha resaltado que en el centro propugnan "la plena inclusión, no a cualquier precio, sin rozar la línea de la dignidad de los chicos", y ha desglosado como valores "la igualdad, la solidaridad, el compromiso, el diálogo, el respeto y la libertad".

También ha dicho que en este año "se ha cumplido un sueño", como fue la visita al Vaticano para mantener un encuentro con el papa Francisco, quien habló con ellos de fútbol y de Messi.

Fundadores

En su intervención ha recordado a los fundadores del centro, Bernardo Herráez, Alfredo Abella y José Santacana, que, "sin tener nada que ver con el mundo de la discapacidad, entregaron parte de su vida para esta misión".

A partir de ahora se nombrarán cuatro embajadores cada año. Los primeros han sido el ciclista Carlos Sastre, por estar "muy involucrado con nosotros y representar unos valores como la constancia, el trabajo y el esfuerzo", ha explicado la directora del centro.

El presidente de Cruz Roja, Gonzalo González de Vega, por ser "durante toda su vida una persona muy solidaria"; la directora teatral Pilar Rodríguez por "estar volcada con la Casa Grande"; y la subdelegada del Gobierno, María Ángeles Ortega, por "su profesión de médico, su compromiso con los demás y porque desde la época mala de la Casa Grande, hace muchos años, peleó por sacar adelante este proyecto".