Sanz ha reconocido en su alocución que el inicio de su marcha se produjo el pasado mes de febrero en Valladolid, una fecha que coincide con la reunión que Herrera mantuvo en la capital vallisoletana con los nueve presidentes provinciales del PP.

De lo escuchado en la rueda de prensa de este miércoles se desprende que, mientras el presidente de la Junta les anunciaba su intención de volver a encabezar la candidatura popular a la presidencia de la Comunidad autónoma, Sanz desvelaba a su superior su pretensión de dar un paso atrás y abandonar la política.

La relación entre ambos, según el testimonio de Sanz, ha sido de lealtad. De hecho, Herrera fue de los primeros en conocer las intenciones del todavía presidente provincial del PP. Incluso, según lo contado por éste, Herrera habría tratado hasta el último momento de persuadirle para que siguiera en política.

El encontronazo público más sonoro entre Herrera y Sanz se produjo a cuenta del proceso de fusión de las cajas de ahorro. Mientras desde el Palacio de la Asunción se apostaba por unir a todas las entidades con sede social en Castilla y León para crear una caja regional, cosa que no se logró, en la calle Alemania se empeñaron en la integración en Bankia, desoyendo la orden de sus superiores.

Herrera insistió en su apremio a los populares abulenses cuando éstos hacían caso. "Lo doy por no escuchado", llegó a decir Sanz cuando el Gobierno de Herrera le reprochó su comportamiento. Ahí quedó todo, no hubo caja para Castilla y León y Caja de Ávila se sumergió en Bankia.

El presidente de la Junta escenificó la despedida al presidente de los populares abulenses con un abrazo en la entrega de los Premios Zarcillo, celebrada en el Auditorio de San Francisco.