Allí se construirá un observatorio o hide, que podría entrar en funcionamiento en un mes.

La institución provincial aporta 5.000 euros a esta iniciativa, sufragando la construcción del escondite para los avistamientos, mientras que el Ayuntamiento de Muñogalindo se encargará del acondicionamiento de la zona, un lugar situado en un encinar donde también se instalará un bebedero que atraiga a las aves.

Según el presidente de la Diputación, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, este observatorio servirá de impulso para el desarrollo del turismo ornitológico en la provincia, que ya cuenta con lugares de especial interés, como los humedales de El Oso, en la comarca de La Moraña, la Reserva Natural del Valle de Iruelas y la Sierra de Gredos.

Oferta turística
Por su parte, el alcalde de Muñogalindo, Pedro Pablo Pascual, ha subrayado que el hide se sumará a la oferta que ya facilita la zona relacionada con la arqueología, la gastronomía o, de forma más reciente, el arte, con la apertura de la finca Garoza, donde se pueden visitar las piedras pintadas de Ibarrola.

De la misma forma, se proyectan otras iniciativas que ha confiado ayuden a impulsar la economía de una zona que ha considerado estaba hasta ahora “abandonada”, incluso, por los propios habitantes, y a "poner a Muñogalindo en el mapa".

Turismo ornitológico

Al respecto, el biólogo de la Diputación, Enrique Fernández Villamor, ha incidido en que el turismo ornitológico adquiere cada vez mayor importancia y atrae a la provincia a visitantes de comunidades autónomas limítrofes, como Madrid, pero también de otros países, lo que supone un incentivo para la economía del medio rural abulense.

En el observatorio de Muñogalindo se podrán observar ejemplares de buitres -negros y leonados-, milanos y también de águila real y águila imperial ibérica, “la estrella de las rapaces".