A primeros de año se comenzaron a detectar robos con este método que emplean, sobre todo, con la población más vulnerable.

Los autores se dirigen a las personas de modo educado y humilde para pedir información sobre el centro sanitario más cercano y entablan conversación con la persona, para establecer un mínimo de confianza.

Tras esos instantes, el grupo se muestra muy agradecido y comienza a dar abrazos y besos a quien le ha atendido amablemente e, incluso, llegan a regalar alguna baratija que colocan a la víctima en el cuello o la muñeca.

Sin embargo, en el transcurso de estas muestras de afecto, aprovechan para desvalijar a la víctima.

Los autores han sido identificados como “miembros de clanes itinerantes extranjeros”, originarios de Rumanía y de otros países de los Balcanes, aunque los que han actuado en Ávila capital y localidades cercanas proceden de “otras” ciudades en las que instalan “campamentos improvisados a las afueras”, desde donde se desplazan en coches y merodean por centros sanitarios y hospitales.

Según la Subdelegación, acostumbran a actuar en grupos de tres o cuatro individuos, que suelen ser un hombre y dos mujeres y, a veces, también algún niño.

Zonas de actuación
En Ávila capital, los delincuentes han actuado en siete ocasiones, entre marzo y junio, aunque su mayor actividad se ha registrado en mayo, cuando robaron a tres ciudadanos de avanzada edad en una semana, en la zona de la avenida Juan Carlos I.

También se han dado casos en las proximidades del Hospital Provincial y de la Clínica Santa Teresa y, en las zonas rurales, la Guardia Civil tiene constancia de al menos 19 sucesos, sobre todo en los siete primeros meses del año y, principalmente, en localidades del Valle Amblés y La Moraña.