Al más puro estilo trashumante, cuatro bueyes llegados de  Navarredonda de Gredos y Rivilla de Barajas protagonizan la marcha. Llegaron el sábado a la capital abulense y durmieron en el antiguo mercado de ganados, junto a sus dueños, como manda la tradición ganadera.

Desde allí, los dos carros subieron al Convento de La Santa y, tras ser bendecidos, partieron hacia Narrillos de San Leonardo y Cardeñosa, y culminar la primera etapa en Peñalba de Ávila, donde el grupo de 40 peregrinos que forman la comitiva fueron agasajados por el Consistorio con una paellada, celebrada con motivo de las fiestas patronales.

En cambio, el Ayuntamiento de Ávila no les dio facilidades para recorrer las calles, por eso la madrugadora comitiva partió a las 8,30 horas de la mañana del domingo. Tampoco proporcionó a los ganaderos cobijo para dormir ni para asearse.

Organizada por la Cabaña Real de Carreteras, creada en el siglo XV en Medina del Campo (Valladolid) y protegidas por los Reyes Católicos, las siguientes etapas les llevarán hasta Papatrigo, Fontiveros y Narros del Castillo, y luego Macotera y Garcihernández en la provincia salmantina.