Se trata de la ganadería Arropino, en el término municipal de Tornadizos, cuyo titular, Martín Martín cuenta con un centenar de cabezas de ganado y cuantifica las pérdidas en unos 11.000 euros, 2.000 de ellos de la vaca limusina primeriza.

"Estamos fritos y a punto de tirar la toalla, no hemos recibido ni un céntimo de nada" desde que hace dos años una sentencia del Tribunal Supremo obligó a la Junta a indemnizar por daños patrimoniales por las reses que maten los lobos. Entones se les recomendó suprimir los seguros. El primer ataque en esta explotación fue en 2011.

Voluntad política
Por su parte, el presidente provincial de Asaja, Joaquín Antonio Pino, ha señalado que la solución es cuestión de "falta de voluntad política, no de dinero", y ha destacado que de los cerca de 250 expedientes por daños patrimoniales tramitados por esta organización agraria desde hace dos años "ninguno ha sido resuelto ni pagado".

Pino ha arremetido contra el PP: "¿para qué queremos a nuestros diputados, a nuestros senadores y a nuestro eurodiputado, si realmente no están dando la cara, si no defienden a los ganaderos, agricultores ni a las personas que viven en el campo?".

También les ha responsabilizado del "abandono del medio rural", que "no pisen el terruño" y sólo quieren "hacerse fotos".