Esta organización ha solicitado a la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta una evaluación de la situación y la adopción de medidas acordes a la evolución del problema, hasta declararlo plaga "si fuera necesario" o a poner los medios para que no se dé esta circunstancia.

Según UCCL, las altas temperaturas y las escasas precipitaciones han favorecido la proliferación de estos insectos, de modo que las larvas de heliothis han penetrado en el cultivo del maíz hasta la mazorca, "comiéndose parte de la misma", de modo que los daños que ocasionan son “cuantiosos”, hasta mermar la producción en un “15 por ciento”, que se eleva al 30 por ciento en función de si es maíz dulce o grano.

Por lo que respecta a los cultivos de remolacha, afecta fundamentalmente a la hoja, mermando su crecimiento, y tienen “especial predilección” por los brotes, por lo que los daños en la remolacha “también son muy cuantiosos”.

Los insecticidas son, según la organización, uno de los métodos para controlar estos dos tipos de orugas, aunque este año “no están dando los resultados esperados”, lo que está provocando que los agricultores tengan que repetir la dosis “hasta tres veces”.